viernes, 24 de mayo de 2013

Psicología y alquimia - ¿Podemos ver el futuro en sueños?

¿Podemos ver el futuro en nuestros sueños? Una pregunta si bien puede parecer fantasía nos puede dar para
debate, para ello me apoyaré en algo que me contó un amigo esta noche, dijo algo como:
¿Recuerdas aquella excursión a la que fui con el instituto hace años?, ¿la de esquiar en Andorra?, pues cuando llegamos al hotel, hicimos los grupos de 3 y fuimos cada uno de estos a las habitaciones, al llegar a la nuestra  miré el número y la puerta y dije "Habitación 207", yo he estado aquí. Acto seguido, cogí la tarjeta que nos dieron y casi de forma automática abrí la puerta con ella, me giré a los 2 compañeros y les describí la habitación de forma detallada, con los baños y todo, yo había visto eso en sueños, o en algo similar, porque yo nunca había ido con anterioridad a Andorra. Puedes preguntarles a estos dos si no te fías, ellos vieron que había espejos donde yo dije, cuadros concretos y habitaciones con más objetos descritos con precisión, se quedaron alucinados. 
Debo señalar que esto es algo que me contó un buen amigo de forma seria, el cual no tiene ningún motivo para mentirme en esto; y más aún conociendo también a los otros dos que lo presenciaron. 

No soy ni mucho menos el primero en plantear la pregunta inicial, el psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo Carl Gustav Jung, una de las figuras más importantes en la interpretación de sueños y creador de la psicología analista, que incluía entre otros elementos, la alquimia, hablada de que era posible la precognición en el sueño, era una forma de conexión. Incluso llegó a exponer que esto puede llegar incluso a pasar de forma involuntaria sin necesidad de estar dormidos. Esto lo contó este hombre a raíz de algo que le pasó durante una conversación con el psicoanalista Siegmund Freud
Carl Gustav Jung

Mientras Freud exponía sus argumentos, yo sentí una extraordinaria sensación. Me pareció como si mi diafragma fuera de hierro y se pusiera incandescente —una cavidad diafragmática incandescente. Y en este instante sonó un crujido tal en la biblioteca, que se hallaba inmediatamente junto a nosotros, que los dos nos asustamos. Creímos que el armario caía sobre nosotros. Tan fuerte fue el crujido. Le dije a Freud: «Esto ha sido un fenómeno de exteriorización de los denominados catalíticos». «¡Bah —dijo él—, esto sí que es un absurdo!». «Pues no», le respondí, «se equivoca usted, señor profesor. Y para probar que llevo razón le predigo ahora que volverá inmediatamente a oírse otro crujido». Y, efectivamente: ¡apenas había pronunciado estas palabras se oyó el mismo crujido en la biblioteca! Freud me miró horrorizado.
Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos.

Así mismo, el señor Gustav Jung habla de que los sueños contienen símbolos para auto-entendernos, si aprendemos a entenderlos y los conseguimos recordar pueden ser la solución a algunos conflictos. Por esto creo interesante coger un cuaderno y apuntar los sueños recién nos hayamos despertado, para no olvidarlos. Podría ser incluso que algunos se conectasen entre ellos, o podrían acabar sucediéndote. 

El secreto como proceso alquímico
Basándonos tanto en Gustav Jung como en los procesos de alquimia mencionados por Hermes Trimegisto con sus enseñanzas sobre el hermetismo  (cuya digamos, introducción a él  es El Kybalion, que podemos descargar gratuitamente aquí) podríamos hablar de que la experiencia tanto de mi amigo como del propio Gustav podría obedecer a algún tipo de proceso de alquimia mental de naturaleza involuntaria en el inicio; y es que hablo de "en el inicio" ya que esto es algo que se presenta en la mente del individuo antes de que ocurra en la realidad, pero este realmente no ha creado voluntariamente este pensamiento que acabará derivando en la realidad. 

Apoyándonos en la teoría de cuerdas podríamos decir que la mente consigue procesar durante unos segundos una cantidad de información cientos de veces más rápido a la normal de forma inconsciente vibrando de una forma muy superior a la normal en ese momento dado, adelantándose así al tiempo; esto se vería reflejado en cuanto a lo que dice Gustav Jung, la "extraordinaria sensación" y la "cavidad diafragmática incandescente" como síntomas de esa velocidad superior de procesamiento. Lo cual sería muy lógico que después de esto la persona acabase exhausta, similar a los casos de alquimia mental en los que después de un proceso creador la mente queda exhausta, o como es el caso de médiums y contactismo.  

Yo personalmente tomaré nota de mis sueños, (que curiosamente cada vez empiezan a serme más lúcidos) y de sus claves, de cualquier forma animo a la gente a exponer experiencias de este tipo de haberlas tenido. 

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